Se presenta mayormente entre los 50 y 60 años, de un momento a otro y los síntomas son devastadores. Quién lo padece y aunque intente en vano; no puede dormir, entra en un estado de somnolencia que no permite el descanso. Sus pupilas se contraen, aumenta la presión sanguínea y llegan a un estado donde pierden el equilibrio interno. No hablan, no caminan, pero su mente si es consciente de lo que sucede a su alrededor. Al cabo de ocho meses, la fase final del insomnio lleva a un coma profundo y sin vuelta atrás.
Esto degenera el sistema nervioso, a nivel del tálamo debido al insomnio irreversible. Altera el ritmo cardíaco, estado mental, y provoca descoordinación en el movimiento de las partes del cuerpo. Actualmente no existe un tratamiento o cura eficaz, los medicamentos para tratar el sueño no son efectivos ya que en vez de mejorar, deterioran más la condición del paciente.
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